Que hicistes cuando se fue la luz?

Donde estabas cuando se fue la luz? estabas en el trabajo, en la casa o en la carretera. Yo venia de Los Angeles cuando me avisa mi esposa que se habia ido la luz en la casa y que estaba preocupada porque la habían operado de los ojos y no quería estar en la obscuridad. Le dije que no se preocupara porque no tardaba en llegar mi cunada que se estaba quedando con nosotros y además no iba a tardar en llegar la luz.

Todavía no me habia dado cuenta de la seriedad del apagón, hasta que recibo una llamada de un amigo en Tijuana que me dijo que el apagón llegaba desde Arizona hasta Ensenada. Le llame a mi esposa y le dije que ya iba en camino y que no tardaría en llegar. Todavía habia bastante luz y no pense que tardaría mucho, hasta que me doy cuenta del trafico con que me iba a topar porque todos queríamos llegar a casa.

Después de tes horas en camino ya se obscureció y me hijo me hablo del trabajo porque no se podía comunicar con su familia y estaba preocupado porque no podía dejar su trabajo. Llegue primero a la casa de mi hijo y allí estaban todos bien pero no trabajaban los teléfonos. Los subo a todos al carro y me los lleve a mi casa para que no estuvieran solos en la obscuridad.

Cuando llegamos a casa ya mi esposa y cunada tenían velas prendidas y lamparas de mano listas. Tenían comida para todos y estaban augusto esperando que regresara la luz. Estebamos listos para esperar la llegada de la luz y no habia temor alguno.

En es momento me recordé de la parábola de las diez jóvenes: Mateo 25

"El reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran insensatas y cinco prudentes. Las insensatas llevaron sus lámparas, pero no se abastecieron de aceite. En cambio, las prudentes llevaron vasijas de aceite junto con sus lámparas. Y como el novio tardaba en llegar, a todas les dio sueño y se durmieron. A medianoche se oyó un grito: "¡Ahí viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!" Entonces todas las jóvenes se despertaron y se pusieron a preparar sus lámparas. Las insensatas dijeron a las prudentes: "Dennos un poco de su aceite porque nuestras lámparas se están apagando." "No —respondieron éstas—, porque así no va a alcanzar ni para nosotras ni para ustedes. Es mejor que vayan a los que venden aceite, y compren para ustedes mismas." Pero mientras iban a comprar el aceite llegó el novio, y las jóvenes que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas. Y se cerró la puerta. Después llegaron también las otras. "¡Señor! ¡Señor! —suplicaban—. ¡Ábrenos la puerta!" "¡No, no las conozco!" , respondió él.
»Por tanto —agregó Jesús—, manténganse despiertos porque no saben ni el día ni la hora."

Cuando llegue el novio estaras preparada para recibirlo o te quedaras en la obscuridad. Vámonos preparando para recibir al novio. Tengamos lista nuestra casa con aceite para nuestras lamparas y cuando llegue lo podremos recibir con gusto a El y El a nosotros