"...y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante...fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y *perfeccionador de nuestra fe" Hebreos 12:1-2
Muchas mañanas me arrastro de la cama y salgo a la calle...corro porque no me gustan los cardiólogos. Al salir el sol, yo voy corriendo. Y al ir corriendo, mi cuerpo empieza a gemir. No quiere cooperar. Me empiezan a doler las rodillas. Me duelen las caderas. Mis tobillos se quejan...
Todo me duele, Y al dolerme todo, he aprendido que tengo tres opciones. Irme a la cama. Meditar en mis dolores hasta llegar a pensar que me esta doliendo el pecho. O puedo seguir corriendo y empezar a ver el sol salir...Y al ver el mundo de Dios ir de la obscuridad a la luz, adivina que? Lo mismo sucede con mi actitud. El dolor pasa y mis coyunturas se aflojan...todo se mejora al fijar mis ojos en la salida del sol.
No era eso siempre el consejo que encontramos en Hebreos "fija tu mirada en Jesús"?
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